Es una danza erótica festiva, de pareja suelta.
La música es interpretada por solista y coro de cantantes, guitarras y percusión, los temas más conocidos pertenecen a Don Porfirio Vásquez y a su hijo Abelardo como “Al son de la tambora” y “Negrita ven” respectivamente. Debía su nombre a un atuendo de plumas del alcatraz que la mujer llevaba atado a la espalda, a la cual debía el hombre ponerle fuego con una vela encendida, pero sin que ninguno de los bailarines perdiese el ritmo.